En relación con el último evento de proliferación de microalgas nocivas (FANs, también conocidas como blooms o más coloquialmente como marea roja o en el actual caso café) que afectó al fiordo Comau (región de Los Lagos) y sectores aledaños, una vez más hemos podido apreciar una serie de declaraciones públicas, en medios y en redes, que solo pueden ser el fruto de la ignorancia o la irresponsabilidad y que desinforman a la opinión pública. En esas declaraciones se ha señalado que la salmonicultura es la que causa de estos eventos, generando daño ambiental.
Al respecto, la especie causante de este evento, Heterosigma akashiwo, fue el origen de un evento de mayor extensión e intensidad que este, que comenzó a lo largo de toda la costa desde el estuario de Reloncaví hacia el sur en septiembre de 1988, y que luego se extendió hasta las costas de Chiloé, cuando en toda la zona no había más que algunos pocos centros de cultivo que sufrieron las consecuencias del evento, luego de condiciones precedentes similares a las que antecedieron a este evento.
Las proliferaciones de microalgas, y especialmente las causantes de mareas rojas, tóxicas para el ser humano, desde los años ’70 comenzaron a ser detectadas en forma frecuente e intensa en Magallanes y extendiéndose gradualmente hacia el norte afectando en los años siguientes a Aysén y luego Los Lagos, con efectos considerables sobre la pesca artesanal que vio limitada la comercialización de sus productos.
En ese período, no había operaciones de cultivo de salmones en ninguna de esas zonas. A mayor abundamiento, el destacado naturalista y padre de la teoría de la evolución, Charles Darwin, en su libro “Los viajes de un naturalista alrededor del mundo (1831-1836)” reporta en la costa de Chile en la zona del Beagle, Tierra del Fuego, Concepción y al sur de Valparaíso, numerosos eventos de proliferaciones de microalgas.
La especie Heterosigma akashiwo se ha dispersado en diversos países del mundo a partir de sus primeros reportes en Japón, donde causa blooms frecuentes y de alta intensidad, cuya dispersión, numerosos expertos en el mundo, han atribuido a recambios de aguas de lastre de embarcaciones. Esas especies se quedan en esos puntos de destino porque forman esporas resistentes que permanecen en latencia sobre los fondos del mar.
Respecto con el aporte de nutrientes que podría potenciar estos eventos, la salmonicultura en los últimos años ha disminuido las pérdidas de alimento con desarrollo de tecnologías en la entrega y composición de estos y sistemas de control automático, apoyado por cámaras e inteligencia artificial, dado que su control no solo reduce el impacto ambiental, sino que evita la pérdida de un insumo que representa alrededor del 50% de los costos de producción.
Por otro lado, hoy existen medidas de contingencia que permiten rápido retiro de mortalidad, como ocurrió esta vez con la operación de 18 embarcaciones que procedieron de inmediato. Sin embargo, a las zonas costeras llegan numerosas fuentes de aporte de nutrientes, entre las que se cuentan residuos de la agricultura a través de ríos, sedimentos derivados de erosión por deforestación, otras actividades económicas y, por cierto, el mayor contribuyente, que son los emisarios que evacuan nuestros propios desechos líquidos con tratamientos, cuando los hay, que no evitan las descargas masivas y constantes de nutrientes, a las cuales nadie se refiere.
Todo ello, sin considerar el efecto de las surgencias naturales de aguas de zonas profundas, ricas en nutrientes en diversos focos que se encuentran a lo largo del país.
En tiempos en que las cuñas y los posteos efectistas se han tomado parte de la agenda pública, no sorprende que incluso algunas autoridades se sumen a declaraciones sin fundamento y que solo contribuyen a deteriorar la imagen de una industria que sostiene económicamente las regiones australes de nuestro país, con beneficios sociales innegables, y que ninguna de esas mismas autoridades ni organizaciones opositoras estructurales de la actividad ha contribuido a sustituir o, al menos diversificar, generando nuevas fuentes de trabajo para sus habitantes.
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